En el mundo existen algunos parques temáticos que son extremadamente extraños, algunos de forma maravillosa, otros no tanto. Pero hay algo profundamente agradable en sumergirse en lo extraño, lo poco convencional, lo macabro, incluso, un tipo de fascinación que no se vincula con el tiovivo o el tilt-a-whirl. Es por eso que hoy les presentamos 6 de los parques temáticos más extraños del mundo.
1. La tierra del amor, Corea del Sur
La isla de Jeju es un destino tradicional de luna de miel para las parejas surcoreanas desde hace casi medio siglo. Ahí es donde entra en juego Love Land. Inaugurado en 2004, es un parque lleno de esculturas eróticas, películas y exposiciones interactivas.
No se trata de un festival nudista, sino de una especie de educación sexual para parejas de recién casados. Si no eres aprensivo, un viaja a Love Land podría ser una manera perfectamente deliciosa de pasar una tarde.
2. El mundo de Stalin, Lituania
Si te gustan los camaradas, el Parque Grutas de Lituania, también conocido como Stalin World, puede ser la excursión perfecta para ti. Stalin World tiene poco de parque, pero mucho de tema. Y ese tema es el comunismo.
Hay 86 estatuas y reliquias de la época de la Guerra Fría, un recordatorio de aquellos gloriosos días tras el telón de acero. Si el Parque Grutas es una conmemoración del antiguo régimen o un cementerio del mismo es una cuestión de interpretación. Basta decir que cobrar a la gente por ver estatuas gigantes de Stalin es bastante controvertido.
Sin embargo, se trata de una condena desnuda del sistema soviético, ya que el parque también contiene torres de vigilancia y otros elementos que recuerdan a un gulag siberiano. Si quieres relajarte, también hay un pequeño zoo y columpios para los niños.
3. Hacienda Nápoles, Colombia
Puede que seas fan de Pablo Escobar o simplemente fan de su biografía en Netflix, Narcos. En cualquier caso, pasarás un rato divertido y surrealista en la que fue su hacienda de 13 kilómetros cuadrados. Hoy en día, es una especie de parque acuático-zoo, quizás inspirado por la afición de Escobar a tener animales exóticos.
En su apogeo, la finca no sólo incluía un zoológico, sino también un aeropuerto, una plaza de toros y una pista de karts. Si lo visitas, asegúrate de no bañarte en ninguno de los lagos cercanos. Se rumorea que algunos de los hipopótamos que Escobar tenía como mascotas se escaparon y se asilvestraron.
4. Parque EcoAlberto, México
En una caminata nocturna interactiva de 4 horas, los visitantes pasan por la terrible experiencia de cruzar ilegalmente la frontera entre México y Estados Unidos. Por supuesto, no se cruza la frontera ilegalmente, sino que se simula la experiencia con un falso «coyote» que guía al grupo.
Aunque la experiencia provocará empatía y compasión en los participantes, la intención es disuadir de cruzar ilegalmente la frontera. Como su nombre indica, el Parque EcoAlberto es también un parque ecológicamente sostenible. El control fronterizo es en realidad algo secundario.
5. Haw Par Villa (El museo del infierno), Singapur
Haw Par Villa es una galería de arte al aire libre de 8,5 hectáreas, en la que se representan muchos personajes y escenas fascinantes de las leyendas folclóricas chinas. Visita el país de los Vicios y las Virtudes, los 10 Tribunales del Infierno y el Museo del Infierno. Piensa en esto como una fiesta previa al más allá.
6. El Reino de los Pequeños, China
Éste es todo un parque temático basado en la idea de que las personas con enanismo son divertidísimas y existen únicamente para nuestro entretenimiento. También conocido como «Imperio Enano», el parque cuenta con más de un centenar de personas con enanismo, que se visten con disfraces estrafalarios y fingen vivir en setas gigantes.
Dos veces al día ofrecen un espectáculo a los visitantes, normalmente precedido de un discurso del «Rey de los Enanos». Los espectáculos van desde bailes de hip-hop hasta representaciones del Lago de los Cisnes.
Es difícil no sentirse profundamente ambivalente ante este parque. Por un lado, resulta muy explotador utilizar a personas con enanismo para atraer turistas. Parece un espectáculo de fenómenos. Por otro lado, el propietario del parque paga bien a sus artistas, y trabajar aquí puede suponer un verdadero avance con respecto al tipo de vida que los actores podrían llevar en otras circunstancias.
Por otro lado, el propietario tiene una residencia donde viven los actores, lo que parece una especie de prisión. Tal vez bueno, tal vez malo, pero definitivamente extraño.
Yuniet Blanco Salas