Chile es el país de Latinoamérica que presenta la mayor tasa de mortalidad atribuible a la presencia de contaminación del aire, según reveló un estudio de Lancet Countdown Sudamérica.
De esta forma, el informe del 2022 sobre salud y crisis climática apuntó a la contaminación del aire como uno de los principales factores de riesgo que presenta la degradación del medioambiente.
Es más, los datos apuntan a que cerca de 37.000 sudamericanos habrían muerto de manera prematura en 2020, 1.000 más que en el 2015, por causas relacionadas a infartos, problemas respiratorios o cánceres y donde la contaminación atmosférica tiene que ver.
Chile aparece en el registro con 230 muertes por cada millón de habitantes, las cuales serían atribuidas a la presencia de polución aérea. Perú, que también es señalado en el informe, se sitúa por debajo de Chile, con 176 muertes por cada millón de habitantes.
En ese sentido, las muertes analizadas se relacionan a la exposición a material particulado fino (MP2.5), que por su tamaño es capaz de atravesar las barreras del cuerpo y generar daños a largo plazo en la salud. De hecho, a comienzos de marzo otro ranking internacional ubicaba a Chile en el puesto 43 de los países con más MP2.5 en el aire.
Los resultados de ambos informes, hechos por distintos centros de estudio, tienen coherencia por el hecho de que los mismos países que tienen mayor cantidad de MP2.5 en el aire, son los mismos que presentan más muertes por la presencia de estos contaminantes.
El objetivo del estudio, en tanto, es presentar evidencias científicas para apoyar estrategias de respuesta específicas que puedan paliar estos efectos negativos sobre el medioambiente y el bienestar de las personas porque, como enfatizó la directora ejecutiva de “Lancet Countdown”, Marina Romanello, “luchar contra la crisis climática puede ser la mayor oportunidad para la salud global del siglo XXI”.
Por otro lado, para el académico del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Santiago de Chile, Luis Alonso Díaz Robles, los datos relevados son “preocupantes”.
“Actualmente, en el mundo mueren casi nueve millones de habitantes producto del material particulado, lo que es casi comparable con el covid-19. Hoy, la contaminación atmosférica es una pandemia”, considera el doctor en ingeniería ambiental de la Universidad de Tennessee.
El estudio, que hace un mapa de la evolución de las PM 2.5 en las últimas dos décadas, arroja que, además de América Latina, Asia, Australia, Nueva Zelanda, América Latina y el Caribe han aumentado sus indicadores.
A juicio del experto en gestión de la calidad del aire y control de la contaminación atmosférica, la situación en la región puede deberse a que en “los países donde hay pobreza energética se tiende a usar combustibles más sucios que Energías Renovables No Convencionales”.
Respecto a la situación en Chile, el académico destacó el aumento en el uso de este tipo de energías, pero considera que “aún nos falta mucho por caminar, sobre todo a nivel residencial”.
“De Santiago hacia el sur, se sigue usando en forma masiva la combustión residencial a leña”, señaló. Además, indicó que el factor del aumento poblacional también influye. “En Santiago, no hay un política clara respecto a restringir los vehículos de combustión, como los diésel”, sostuvo.
Con todo estos antecedentes, Díaz Robles consideró que sí es posible revertir la situación, a través de la mitigación. “Se puede con inversión; tecnología; voluntad política; normas de emisión y calidad importantes, fuertes y estrictas; y una educación ambiental relevante, para que la gente tome conciencia y avancemos”, concluyó.
En cuanto a los espacios verdes, de los 73 centros urbanos examinados, el 84% contaba con niveles muy bajos o excepcionalmente bajos de estas áreas, útiles para hacer frente a las olas de calor y mejorar la calidad del aire.
No obstante, los centros urbanos que por sus parques y vegetación están clasificados como moderados aumentaron un 9,6 por ciento desde 2010, siendo las ciudades analizadas de Venezuela (37,2%), Ecuador (31,84%) y Perú (27,96%) las que más incrementaron estos espacios.
Por el contrario, Chile (-0,84%) y Paraguay (-3,17%) fueron los únicos países de la región en registrar una disminución de los espacios verdes en la última década.
Yuniet Blanco Salas