Existen dos lujosas Suites en la Gran Barrera de Coral australiana, donde podrás dormir a 4,5 metros bajo el mar sin necesidad de equipo de buceo. Las suites forman parte de un complejo de pontones de 10 millones de dólares llamado Reefworld, amarrado sobre la Gran Barrera de Coral.
Las ventanas del suelo al techo dan un nuevo significado al dicho «dormir con los peces». Los huéspedes pueden observar peces napoleón del tamaño de un submarinista, peces payaso de color naranja brillante o peces loro de color caramelo que bailan un ballet submarino.
Bajo el mar
Los hoteles submarinos son una tendencia en alza, aunque la mayoría están más cerca de tierra que Reefsuites, teniendo en cuenta su ubicación en la Gran Barrera de Coral exterior, a unos 45 kilómetros de la costa. Los turistas llegan al complejo en un crucero de tres horas desde Airlie Beach, mientras contemplan la belleza de las islas Whitsundays. O pueden embarcar en un crucero de dos horas desde Hamilton Island.
La mayoría de las demás personas a bordo son excursionistas. El pontón en sí recuerda a las instalaciones acuáticas de un complejo turístico, con soláriums, duchas de agua dulce, vestuarios, espacios climatizados, bar e incluso servicio de masajes.
La entrada en la habitación es a las 3:00 pm, por lo que, tras llegar a última hora de la mañana, podrá disfrutar de las actividades en el pontón que le ayudarán a experimentar y conocer el arrecife más famoso del mundo.
La Gran Barrera de Coral (GBR) fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el 1981 por su extraordinario valor universal. ReefWorld garantiza que esta belleza sea más accesible que nunca.
Experiencias para no nadadores
Los no nadadores pueden acercarse al arrecife entrando en la cámara de observación submarina o dando un paseo en barco semisumergible. En estos recorridos, los visitantes tienen las mismas vistas de peces tropicales y coloridos corales que los buceadores. Otra opción seca es un paseo en helicóptero sobre Heart Reef.
Esta corta excursión no consiste sólo en ver este arrecife de forma romántica y tan fotografiado. Sobrevolar la Gran Barrera de Coral es una experiencia inolvidable. Desde el aire, el arrecife parece un anillo de humor con sus cambiantes tonalidades azules, verdes y aguamarinas.
Esnórquel y submarinismo
Los buceadores que se alojen en las ReefSuites disfrutarán de zonas designadas con cuerdas ancladas al fondo marino para que les resulte fácil arrastrarse. También pueden unirse a un Safari de Snorkel guiado para aprender sobre el arrecife e identificar los peces que se pueden ver después desde las ventanas panorámicas de las suites submarinas.
Reefworld proporciona máscaras ópticas, lo que supone una enorme diferencia para los débiles visuales. La GBR es una de las siete maravillas del mundo natural, y ver por primera vez los jardines de coral y los peces saltarines es una de las experiencias de viaje más memorables.
Instructores titulados enseñan a los visitantes a bucear con tanta ayuda como necesiten. Los buceadores experimentados pueden aventurarse a explorar los cañones y el laberinto de túneles, donde pueden encontrar almejas gigantes e incluso un enorme mero de Queensland.
Tu propia Atlántida
Cuando se van los excursionistas, los huéspedes tienen el pontón para ellos solos. No es necesario bucear para acceder a su habitación. En su lugar, baje por la reluciente escalera blanca. A menos que sienta claustrofobia en los grandes acuarios, estará bien en su suite con aire acondicionado.
Tiene capacidad para una cama de matrimonio y un cuarto de baño completo. El suelo es parcialmente de cristal para que pueda ver la vida marina bajo sus pies, y la gran ventana conecta perfectamente a los huéspedes con el mundo submarino.
Túmbate en la cama durante horas hipnotizado por los bancos de peces tropicales que se lanzan, revolotean y huyen. Por la noche, enciende la luz azul ultravioleta para iluminar la vida marina que nada a tu alrededor.
A tu servicio
Los huéspedes son tratados como VIP desde el momento en que suben a bordo del catamarán que les lleva a Reefworld. En la cubierta superior climatizada, un cartel indica que sólo pueden dormir en el arrecife. Una vez en el pantalán, el personal se ocupa de ellos. El paquete incluye bebidas como vino y cerveza.
Al atardecer, disfruta de bebidas y canapés con otros huéspedes. A continuación, se sirve una cena a la luz de las estrellas sentados en una larga mesa en la cubierta superior. Un chef francés elabora platos con productos locales, como ternera de la región de Burdekin, en Queensland, frutas y verduras de Bowen, langostinos tigre capturados de forma sostenible y peces de arrecife.
El desayuno incluye huevos por encargo y frutas tropicales, además de la posibilidad de tomar un café mientras contemplas la belleza del arrecife. La hora de salida de la habitación es a mediodía, pero puedes pasar unas horas relajándote en la cubierta antes de abandonar el pontón.
Yuniet Blanco Salas