El turismo industrial es una de las más atractivas y extraordinarias tendencias modernas. Millones de turistas activos no buscan tanto las curiosidades históricas y arquitectónicas como las unidades industriales abandonadas. Muchísimo interés para los turistas curiosos presentan las minas abandonadas y dar un paseo para los túneles oscuros se convierte en una atracción preferida.
La perspectiva de bajar a una profundidad enorme y estar debajo de la tierra en soledad hace a los turistas abandonar sus países natales y irse en búsqueda de los lugares más lejanos del planeta. La cantidad increíble de historias místicas, relacionadas con estas minas abandonadas solo añade aficionados de tendencia turística ultramoderna.
1. La Mina de Kamioka, Japón
Las minas de Kamioka se encuentran en el territorio del pueblo abandonado con el mismo nombre, que fue fundado a inicios del siglo XIX en la isla inhabitada cerca de la isla Kyushu.
Hace más de cien años los científicos encontraron yacimientos ricos de minerales de cadmio que sirvieron la causa de la construcción de minas enormes. La extracción de minerales tuvo lugar hasta los años ochenta, después de cerrar la producción industrial de minerales el pueblo Kamioka se quedó abandonado y las enormes minas enormes se volvieron desérticas.
Dentro de algunos años después del cierre en las minas equiparon un laboratorio de investigaciones pequeño donde hacen trabajos de estudio de los neutrinos, pero ya la mayor parte de laberintos subterráneos de todos modos está abandonada.
Ya por muchos años, las construcciones subterráneas de tamaño grande atraen atención de los turistas, el paseo sin embargo les regalará un montón de impresiones. Las minas se encuentran a la profundidad de más de un kilómetro, algunas zonas están inundadas de agua.
Estos lugares tienen el aspecto misterioso y siniestro por causa del continuo goteo de agua y los rieles oxidados por los cuales todavía hace un par de años transportaban minerales. Las sombras de los tractores y maquinas perforadores abandonadas en las minas también añade el miedo.
A mediados del siglo pasado los habitantes del pueblo minero empezaron a sufrir de enfermedades desconocidas. Como dijeron más tarde, la causa fue vapores de sal de cadmio que durante el periodo de excavación penetraron en la tierra de la isla. Hoy día la entrada en el territorio de pueblo Kamioka esta oficialmente prohibida, pero eso no detiene a muchos turistas curiosos.
2. Las Canteras Duginskiye, Rusia
Mucho interés para los turistas audaces presentan estas canteras, cuya construcción tuvo lugar hace algunos siglos. Unas de las más antiguas minas del planeta se encuentran próximas a Podmoskovye, la elaboración de canteras Duginskiye empezó en el siglo XVI.
Allí extraían dicha piedra Blanca, es decir la piedra caliza que usaron activamente durante la construcción de Moscú. Las canteras antiguas asombran con sus tamaños, la longitud común equivale a más de cinco mil metros.
Las canteras Duginskiye durante siglos absolu22tamente no perdieron su atmosfera vedada, parece que allí literalmente el tiempo ha parado. En pasillos estrechos construidos de piedra puedes encontrar un montón de artefactos de diferentes tiempos, es decir pintura mural, ropa de los obreros, quemadores antiguos donde los obreros cocinaban y muchas otras cosas interesantes.
Durante el paseo por los pasillos oscuros enredados puedes encontrar muchas grutas, algunas de ellas están equipadas con camas. Te sentirás mal solo de pensar que antes, en aquellas cuevas oscuras, la gente podía vivir y pasar la noche la gente.
Además, hay que notar que la estructura de minas es bastante complicada, por lo tanto, es muy arriesgado ir de paseo por las cuevas sin mapa y un guía experimentado. A pesar de su atracción peligrosa, las canteras Duginskiye no se destacan por su gran cantidad de visitantes. En parte precisamente por esa causa las canteras guardan una atmósfera vedada única.
3. Las Minas Zeegrotte, Austria
En la ciudad de Hallstatt, Austria, se encuentra no solo una de las más místicas y aterradoras minas del mundo, sino también una curiosidad natural única que presenta el más grande lago subterráneo en el territorio de Europa.
Las minas junto con el lago llevan el nombre Zeegrotte, aquel objeto único, creado con ayuda del hombre y las fuerzas de naturaleza irresistibles goza atención de todos los turistas sin excepción. La explotación de minas empezó todavía en el siglo XIX, ya que allí se llevó la extracción activa de yeso.
En sesenta años, después del inicio de explotación de la mina, se inundó. Con el paso del tiempo debajo de la tierra se formó un lago muy bonito de gran tamaño. Durante la segunda Guerra mundial la mina abandonada se usaba para la conservación de reliquias históricas inapreciables, por esta razón los indígenas tuvieron que bombear toda el agua de las cuevas.
Sin embargo, no lograron ganar a las fuerzas de la naturaleza, las minas se llenaron de agua de nuevo. Anualmente, esa maravillosa curiosidad es visitada por más de doscientas cincuenta mil personas, a los turistas se les ofrece dar un paseo por el laberinto de túneles en el barco bonito por el enorme lago subterráneo.
Los niveles superiores de la mina fueron reconstruidos en un museo y guardan una exposición dedicada a la vida cotidiana de los mineros. Los niveles inferiores que resultaron fuera de la zona de hundimiento guardaron su encanto triste.
La gente que tiene miedo a la oscuridad no debe pasar por esta mina. El misterio y la mística peculiar está en algunos tramos de mazmorra y prácticamente fallan las luces, por lo tanto, los visitantes tendrán la posibilidad de sumergirse en una oscuridad plena por algunos minutos.
Yuniet Blanco Salas